La frontera con Perú estaba a escasos 20km de Copacaba así que cargué la moto mientras charlaba con un motero brasileño que estaba cambiando el aceite a su Suzuki V-Strom en el garaje del hotel y nos intercambiamos consejos ya que nuestras rutas eran opuestas.
Llegué a la frontera y en esta ocasión está todo disgregado. Por una lado inmigración boliviana en un edificio, por otro aduana y ya cruzando la línea imaginaria te encuentras un montón de edificios de las autoridades peruanas.
En el lado boliviano ningún problema y todo fue rápido y cordial pero al cruzar al otro lado me encontré con enormes colas de perroflautas que bajaban de autobuses con intención de llegar a la Isla del Sol al otro lado de la línea.
Allí había un policía “dando por culo” con el sitio donde debía aparcar mi moto. Me mandó cambiarla de sitio 3 veces en media hora y ya a la cuarta le dije que enseguida la movía y allí se quedó. Este policía porculero decía no tener ni idea de dónde había que hacer cada trámite ¡pues si no lo sabes tú!
Así que en lugar de hacer las colas me metía en cada edificio a preguntar y cuando daba con el sitio bueno ponía cara de pena y les decía que yo estaba entrando en Perú y que no debería que hacer las mismas colas que los que salían. Me funcionó.
Inmigración lo resolví en cinco minutos, después encontré la caseta de aduana y allí me recibió “el agente ilustrado”. En cada paso de frontera intentas hacerte el gracioso y mas o menos siempre dices las mismas cosas para conseguir su simpatía y que no te toquen mucho los huevos con alguna tontería. Siempre les cuento que en Europa no hay fronteras, me meto un poco con el país del que vengo y les hago ver las ganas que tengo de visitar su precioso país.
En este caso me arrepentí un poco porque “el agente ilustrado” se tragó todas mis patrañas y enseguida empezó a contarme el pasado español del Perú pero de carrerilla, con fechas históricas y cosas así. Me hablaba de Virreyes de los que por desgracia no tengo ni idea ¿qué mierda de historia hemos estudiado?
Al hacerle una broma respecto a Bolivia me empezó a contar lo preparados que están ellos y para muestra me contó sus miles de estudios y especialidades. ¡No fuera yo a pensarme que era un simple guardia de aduanas de tres al cuarto encargado simplemente de hacerme un puto papel de importación temporal de la moto en aquel cuartucho de mierda!
Me presentó a su joven compañero en prácticas y también me relató su curriculum académico y como si del día de su oposición se tratara, me cantó de carrerilla toda la historia del honorable cuerpo de agentes de aduanas que empezaba en tiempos de los españoles y que por lo que se ve, era el motivo por el que me tenía tanto aprecio.
Había momentos en los que me costaba aguantarme las carcajadas, el tipo firme frente a mi y recitando todo su librillo “… el 17 de Octubre de 1742 pasamos a formar parte del cuerpo especial de….. bla bla bla…. y desde el año 1840 tenemos competencias en… bla bla bla y siendo Presidente de la República Don blablablá…” Y así por un buen rato en el que yo pensaba que no terminaban de pasar los siglos.
Se despidió de mi en posición de saludo militar con la mano derecha apuntando su sien y con un “¡A sus órdenes señor!” a lo que no pude contestarle otra cosa que “Creo que me va a gustar mucho su país”
Al salir de aquella caseta pensé que ya habían terminado todos los trámites pero cuando ya estaba a punto de arrancar me apareció el policía que abría la cadena de separación y me dijo que tenía que pasar a registrarme.
Entré en otra caseta y me recibió otro figura mucho mas pausado que me pide toda mi documentación y mientras tanto yo me acordaba de todas las crónicas en las que había leído a gente que le había tocado pagar justo aquí.
El tipo se tiró un buen rato escrutando con detalle toda mi documentación y apuntando cosas en un cuaderno mientras yo solo esperaba el momento en que me pediría la pasta.
Al comprobar mi seguro se dio cuenta de que no estaba incluido Perú y entonces yo ya sabía dónde tenía el argumento perfecto pero aun así se demoró un buen rato.
Empezó a contarme que no se podía ir sin seguro, que había que contratarlo en Puno, la ciudad que estaba a unos 140km, que aun así me dejaría pasar porque entendía que hacerme ir a Puno en taxi a contratarlo y tener que volver era un problema para mi y que claro, a un amigo español no se podía permitir hacerle eso. Me dijo lo que tendría que hacer si me paraban por el camino, me recordó las normas de tráfico varias veces y mientras tanto yo no sabía como decirle que cuánto quería para que de una vez me dejase irme.
Como no terminaba nunca y no atendía a mis gestos continuos de mirar el reloj decidí levantarme con cierto miedo a que le pareciera una falta de respeto. Por suerte el gesto surtió efecto y sin mas me dijo “Bueno amigo, que tenga una buena estancia en Perú y si por favor tiene a bien agradecerme el favor que le he hecho dejándole pasar sin seguro no tenga problema en invitarme a lo que quiera”.
¡Por fin! Joder que está bien que te roben un poco pero encima tener que aguantar un cuarto de hora de sermón… no es de buen gusto.
Me acordé de que el único dinero que tenía en Soles Peruanos eran billetes grandes así que le dije que lo sentía pero que aun no tenía Soles y lo único que le podía ofrecer era invitarle a un café con dinero boliviano. Saque un billete de 20 Bolivianos, unos 2€ y me fui.
Entrar por ahí a Perú no implica demasiado cambio. Sigues bordeando el lago Titicaca y todo, incluso los pueblos son mas o menos lo mismo que en Bolivia.
Mi idea era avanzar lo que pudiera ese día pero sin demasiadas prisas ahora que mi hermano me había dicho que por problemas con el visado de su novia dominicana se retrasarían una semana en llegar a Cuzco.
Me empecé a encontrar mal. Había pasado los días anteriores con problemas de mi enfermedad intestinal crónica y ya estaba casi recuperado pero aun así me sentía débil, muy cansado y con mucho sueño.
Decidí que ese día no pasaría de Puno pero a pesar de que estaba bien cerquita me paré varias veces a descansar porque me quedaba dormido.
El camino era muy bonito, seguía bordeando el lago Titicaca y me gustaba pero no lo disfruté demasiado en ese estado.
Llegué a Puno a medio día y me fui directo al centro. Busqué un hotel un poco bueno con la esperanza de descansar bien y compensar un poco el antro de la noche anterior donde ni siquiera me duché porque aquel baño era de los que no apetecían.
Encontré hotel en la Plaza de Armas de la ciudad, junto a la catedral. Por 25€ tenía una buena habitación con vistas a la plaza, un pedazo de baño y la posibilidad de moverme andando sin hacer grandes esfuerzos porque seguía a 3.800m sobre el nivel del mar. Eso si, la moto la metí en el sótano del hotel bajando por unas rampas metálicas portátiles que no ofrecían demasiada confianza pero no estaba como para buscar otras opciones.
Caí rendido en la cama y la siesta, aunque no había comido, fue de unas tres horas. El amable personal del hotel me recomendó una ruta por el centro y me indicaron donde estaba la oficina de seguros para poder contratarlo.
Por 70 soles, unos 18 euros, te hacen en el acto un seguro de un mes para poder rodar por el país de forma legal.
Me fui por la zona centro a comer/merendar/cenar y como estaba flojo de energías me comí un buen plato de pasta muy baratito. Justo en frente había un banco y saqué algo de dinero para afrontar los gastos de los días siguientes.
A la mañana siguiente me levanté tarde y bien descansado. Saqué la moto de aquel sótano no sin cierto miedo por lo precario de sus rampas y emprendí rumbo a Cuzco.
Tenía que repostar ya que en el Sur de Perú no había gasolina buena y solo tenían de 84 octanos pero a mi me había dicho que se podía conseguir de 90 mas al Norte.
En realidad sigue sin ser gasolina y es la mezcla con alcohol llamada gasohol pero la moto va bien de momento y no se nota demasiado la pérdida de potencia ni el aumento de consumo, mas bien lo contrario aunque como voy sin freno trasero tampoco corro mucho.
Para llegar a Cuzco la carretera es bastante buena y entretenida por trazado y paisajes. Lo único un poco coñazo es que hay que pasar por muchísimos pueblos y están llenos de badenes de primera categoría. Hay algunos que incluso están nevados en la cumbre por su altura desmesurada.
Se pasa por un puerto de montaña a mas de 4.500m donde se ven montañas nevadas y desde ahí comienza un ligero descenso por algunos valles para llegar a la Ciudad Imperial.
La entrada es larga ya que te pasas mas de 14km en una avenida con bastante tráfico aunque soportable. Eso si, los pitidos de los coches siguen siendo la tónica habitual y terminan volviéndote un poco loco. Una vez mas empiezo tranquilo y respetando la fila y cuando me han puesto la cabeza como un bombo mi instinto de supervivencia hace que quiera salir de ese caos cuanto antes y empiezo a colarme por todos los huecos a pesar de llevar las maletas.
Una vez en el centro de la ciudad la avenida desemboca en pequeñas callejuelas colapsadas y además es hora punta. Llego al hostel que tenía reservado y veo que la calle es tan estrecha que no puedo ni dejar mi moto un segundo para descargar así que me doy una vuelta a la manzana para buscar un sitio donde parar y sacar mis cosas.
Dejo todo en el hostel y me indican donde encontrar un aparcamiento para la moto. Por desgracia este sitio lo había reservado mi hermano y no pensó demasiado en mi así que no se fijó si tenía aparcamiento o no.
Me indican que a la vuelta de dos manzanas hay uno que consiste en un patio donde una señora maneja todo el cotarro. Es el típico donde los coches lo ocupan todo y tienes que dejar las llaves del coche para que lo maniobren si quiere salir alguno de los del fondo. La señora, puramente peruana y de unos 60 años es experta en maniobras imposibles así que me hace un hueco al fondo y así no tengo que dejar mis llaves.
Vuelvo al hostel y les digo que estoy esperando una paquete de DHL y que puede que llegue en un par de días, iluso de mi, para que estén preparados.
Con todo el trasiego de vete y ven a la moto y cargar mis bultos me vuelvo a encontrar cansado. Supongo que la altura es implacable con los turistas y se ceba conmigo que ya vengo gastado de dos meses de viaje.
El hostel es caro y cutre pero tiene un buen ambiente. Está formado por dos patios interconectados y con las habitaciones alrededor. Mi habitación está en el segundo patio que es descubierto y en el que hace un frío que te mueres. Por la noche tienen conciertos en el bar que está en la planta de arriba pero yo ese día estaba fundido y me quedé dormido en cuanto se me olvidó el frío vestido con la ropa térmica de la moto.
Se trata de un edificio colonial restaurado con dos plantas de habitaciones en torno a dos patios tipo claustro y pintado y decorado con cosas extrañas. Hay muy buen ambiente y tanto el persona como todos los clientes son gente joven con espíritu viajero y aventurero.
Todos perroflautas y yo motoflauta pero tecnológicamente equipados con macbooks, iphones e ipads y nos juntamos en los patios o en el bar de arriba para tener mejor conexión y conectarnos con el mundo para contar nuestras andanzas.
Por la mañana me di una vueltecita por el centro de Cuzco, aunque ahora ellos le han cambiado el nombre por Cusco con S porque dicen que el otro nombre era impuesto por los españoles y han tardado casi 200 años en darse cuenta de que aun les teníamos sometidos por el nombre. Esto no es algo que diga yo, es lo que me contaba el guía del bus turístico en el que me monté para ver toda la ciudad.
El chaval que estaba sentado a mi lado no sabía ya por donde salirme cuando yo le rebatía un poco con gracia sus potentes argumentos contra los españoles. Porque había que oírle cuando pasamos por una placa que había en la plaza de armas que recordaba a los sufridores y valerosos luchadores contra la invasión colonialista.
Vamos que se pasó un poco y me tocó el orgullo patrio y me acordé de la famosa escena de la película La Vida de Brian donde los del Frente Popular de Judea hablan de qué es lo que han hecho los romanos por ellos. Pues eso!
Nos decía que “El Inca Garcilaso de la Vega” era un famoso escritor Peruano que era tan importante precisamente por ser Inca a lo que yo le dije que posiblemente también fuera porque escribía bien. No supo contestarme.
En una plaza había unos chicos tocando música que nos dijo que era Inca y yo le dije que me parecía bien curioso porque además de la flauta típica había uno acompañándole con una guitarra española. No dijo nada.
Luego nos hablaba de lo increíblemente bien talladas que estaban las piedras de los restos Incas y yo le dije que las de la catedral Española que se hizo solo 100 años mas tarde tampoco estaban mal (eran notablemente mejores.
Vamos que me sentí un poco atacado y le di un poco el viaje. Peor es que ver que la urbanización de calles y plazas de la zona centro de Cuzco está pagada con los fondos para el desarrollo de España en el año 2008 tal y como aparece en una diminuta placa escondida en una de las calles y que sigamos siendo los malos malísimos…. cuando él y casi toda la ciudad viven de enseñarles a los turistas las iglesias, plazas y catedrales que les hicimos…
Llamé a DHL para ver cómo se encontraba el asunto de mi paquete urgente que yo había pagado a precio de oro para que llegara en dos días y me dicen que está retenido en aduanas y que con suerte lo tendré para la siguiente semana. Les dejo mi teléfono y mi correo para que me notifiquen urgentemente si hay que hacer algo para liberarlo y voy asumiendo que me voy a quedar por aquí unos días.
Justo antes de empezar mi viaje me llegó una citación del Juzgado de Laredo para asistir a un juicio el día 30 de Enero como Perito por un informe que había redactado hacía ya unos años. La citación contenía además la amenaza de una multa por no asistir de entre 180 y 600€.
Consulté a varios abogados y me comentaron que era imposible que el Juez aplazase un juicio con tanta gente porque un simple perito de parte se fuera a hacer las Américas con su motilla.
De todas formas mis planes mas optimistas me decían que era posible estar de vuelta para esa fecha aunque después con toda la gente que me he ido encontrando y por la que me he dejado liar, con el problema del retén de la horquilla que me obligó a volver a Santiago y ahora el retraso por las piezas que entre DHL y Aduanas de Perú no me quieren entregar… pues me he pasado un mes del plazo estimado.
Así que redacté un telegrama en la página web de correos para explicarles que me era imposible llegar a tiempo. No he recibido contestación del Juzgado pero si de la abogada de la parte que me contrató que estaba un poco mosqueada conmigo por no habérselo dicho antes.
Estas son las cosas de la Justicia Española, un técnico redacta un informe por el que cobra una miseria, algo así como 300€ después de varias visitas, consultas y gestiones y ya se encuentra atado de forma casi perpetua a que le caiga el peso de la Ley. ¿y si en estos años ya he dejado de dedicarme a esto? ¿y se he tenido que emigrar a buscarme la vida?
En el telegrama por supuesto que ponía la dirección de mi blog así que además de la abogada (que ya me dijo en su email que había entrado en mi blog) espero que el Juez entre por aquí y entienda mis razones para no poder asistir y si no… asumiré encabronado las consecuencias de una justicia injusta y lenta.
Los días pasan de paseo en paseo por la ciudad, descansando en el hostel que por el día si que es un sitio tranquilo, comiendo y cenando cada vez en un sitio diferente, conociendo a gente, haciendo colada y preguntando por las mejores opciones de cómo subir a Machu Picchu.
Y este es otro tema que me tiene mosqueado. Es un auténtico atraco que para subir a la Ciudad Sagrada de los Incas te cobren una media de 220$ cuando está a escasos 80km. de la ciudad.
La entrada en si cuesta 45$ que aunque es cara me podría parecer razonable por el valor arqueológico y para sufragar los costes de su reconstrucción y mantenimiento. Digo reconstrucción porque al menos el 30% de lo que se ve está reconstruido con las piedras que encontraron tiradas.
El mayor robo es el tren que te lleva a el pueblecito de Aguas Calientes que por un recorrido de 42km te cobran 110$ por el billete de ida y vuelta y es que no hay carretera que lleve directa allí y si no quieres ir andando (4 días y 3 noches) te toca pasar por allí pagando mas que un tren de alta velocidad que una dos capitales europeas. ¡Un atraco!
Además el tren ya no sale de Cuzco sino que hay que ir por carretera al pueblo de Ollantaytambo con lo que aun tienes que pagar algo mas. De esta forma te obligan a quedarte una noche en Aguas Calientes pagando hostal y comida. ¡Todo un negocio!
Hay una opción de ir en moto que hubiera sido la mejor para mi porque podía ir por una pista tipo Carretera de la Muerte con barrancos y badeos de ríos para llegar a un pueblo cerca de Aguas calientes haciendo mas de 100km y dejando allí la moto para hacer el último tramo andando por la vía del tren para llegar a Aguas Calientes pero como éramos tres debía mantener la unidad del grupo.
Así que cuando llegaron mi hermano y su novia contratamos un viaje pero que en lugar de ir directos en el coche a la estación de tren nos llevaría a visitar un par de sitios por el camino.
Con ellos fuimos a visitar la ciudad ya que yo después de tantos días me considero un guía acreditado. Les enseñé la zona centro que es realmente bonita y bien urbanizada aunque con algunas calles algo estrechas porque hace 400 años no pensaban que esta ciudad estaría tomada por turistas. Es cómoda para pasear y hay una gran presencia policial lo que hace que al menos el centro sea totalmente seguro.
Fuimos a comer a un sitio de los de menú del día para locales porque tenían muchas ganas de probar el famoso ceviche.
Por la noche fuimos a conocer el barrio de San Blas que requiere cierto esfuerzo por la cuesta que hay que subir. Vamos lo que en cualquier otro sitio sería una cuestecita aquí se hace duro.
Pasamos por la famosa piedra de los 12 ángulos que no es mas que una piedra que para encajarla en el muro tuvieron que tallar por todos lados y por eso es famosa pero vamos, que no merece especial atención.
Cenamos en otro restaurante típico en ese barrio y bajamos de nuevo a la plaza a tomar algo en el Norton que es el bar motero de Cuzco aunque lo de bar motero es mas un tema de marketing que una realidad. Estoy seguro de que ahí no se juntan los moteros después de sus rutas ni para ver las carreras de MotoGP.
A la mañana siguiente nos tocaba madrugar para iniciar el viaje a la Ciudad Sagrada de Machu Picchu.
Nuestro chofer se llamaba Ángel y era un tipo muy agradable y enormemente culto por lo que el día de viaje se nos hizo entretenido. Le preguntamos un montón de cosas desde los Incas a la situación actual del Perú. Su conversación era interesante y aprendimos mucho en ese viaje.
La primera parada era un mercado típico de textiles y allí Ruth se empezó a encontrar mal. Al rato nos pidió las llaves del coche y nos dijo que se quedaría allí esperándonos así que hicimos una visita corta y cuando volvimos estaba el coche rodeado por un montón de gente y tres policías.
Al salir del mercado Ruth se había desmayado pegándose un buen golpe contra el suelo en la cara. Allí había un médico atendiéndola y nos recomendó comprar unas pastillas de glucosa para que se recuperara.
Lo mejor que podíamos hacer era empezar a bajar porque con eso seguro que mejoraba su estado. La pobre no vio mucho del resto de paradas que hicimos.
Una de ellas era a las terrazas de Moray. Una extraña depresión en la que los Incas habían construido unas terrazas con forma circular perfecta en un extremo y ovalada en el otro ocupando toda la depresión y con los restos de una edificación en el centro.
Hay dos teorías para este sitio ya que está rodeado de enormes campos llanos perfectos para el cultivo. Unos dicen que era un sitio experimental para el cultivo donde podían ver como afectaba la altura de las diferentes terrazas a cada plantación. La otra es que es un aeropuerto de ovnis y que esa es la forma de la parte baja de los mismos.
A mi, al ver la perfección del trabajo de los dobles muros de contención y la forma tan perfecta con la edificación en el centro no me pega mucho eso de los cultivos experimentales porque eso se podía hacer en terrazas mas irregulares. Yo creo que debía de ser un centro religioso o de culto pero bueno… yo no soy nadie para opinar así les dejamos con sus dos teorías “oficiales”.
Bajamos a la parte baja y es un sitio que impresiona por su tamaño y su forma, como os digo no llegas a entenderlo porque si sumamos la longitud de todos los muros salen muchos kilómetros. ¡Un trabajo enorme!
La subida se hace dura por la altitud y volvimos al coche para que por lo menos Ruth lo viera desde arriba.
La última visita que hicimos fue a una enormes salinas que se ven desde arriba del camino. Son miles de bañeras por las que meten el agua salada que mana de un manantial y donde dejan que se evapore el agua con el sol para luego extraer la sal.
En temporada seca ese proceso tarda un mes y sacan de cada bañera unos 250kg. de sal que está bastante cotizada y se exporta sobre todo a Japón.
Están organizados en plan comuna y justo cuando llegamos tenían una junta donde pudimos escuchar a una de las copropietarias pedir explicaciones a los gestores por unos recibos extraños y con cifras tachadas que no le cuadraban. Era muy curioso.
Bajamos para recorrer la parte superior de las bañeras y vimos por dónde manaba el agua salada y los canales por donde repartían el agua a todas ellas. Por lo que nos contó Ángel, ahora en temporada de lluvias está algo más feo porque el agua lo deja todo marrón pero que en la temporada de extracción se ve todo absolutamente blanco.
También nos contó que hay empresas japonesas intentando comprar todo el salar y que tienen cierta polémica entre ellos entre los que quieren seguir viviendo de eso y los que quieren vender su gallina de los huevos de oro.
Nos dejó en Ollantaytambo y le pedimos que nos acercara al centro de salud porque Ruth se encontraba mal y tenía fiebre. Allí la inyectaron algo para la fiebre y la diagnosticaron deshidratación por lo que le dieron unas pastillas y mi hermano fue a la farmacia a comprar suero.
La pobre lo pasó mal ese día pero es dura y no quiso dejar de subir a Machu Picchu con la esperanza de encontrarse mejor al día siguiente.
El recorrido en tren dura hora y media y va por el fondo del desfiladero, justo sobre el río. Llegamos a Aguas Calientes y nos recibe en la estación la chica del hostal con los nombres de mi hermano y de Ruth aunque con el de mi hermano se liara un poco jajajaja.
Nos lleva a la punta mas alta del pueblo y menos mal que vamos con pequeñas bolsas porque si no nos hubiera costado llegar.
Por allí aparece nuestro guía del día siguiente con el que quedamos bien prontito en la plaza para subir en los autobuses con el resto del grupo.
La pobre Ruth llega al límite de sus fuerzas y decide quedarse a descansar así que nosotros vamos a buscar algo de comida blanda para que recupere. En un chino pedimos arroz blanco y pollo a la plancha y se lo llevamos de vuelta al hostal.
Nosotros volvemos a bajar toda la calle y nos asaltan un montón de relaciones públicas de cada restaurante ansiosos por captar a cada uno de los turistas que pasan. Es una de esas cosas que odio, que me asalten cada diez metros ¡joder! Los restaurantes buenos no necesitan eso.
Al final vamos a uno y qué curioso que las ofertas que aparecen fuera no están en la carta que nos ofrecen. Aun así pido la oferta a pesar de que ya había pedido agua para beber y el camarero me dice que la oferta es con Coca Cola y que no me lo puede cambiar. ¡Pues tráemela que aun así es mucho mas barato que los precios de la carta!
Por la mañana desayunamos rápido y bajamos a la plaza donde habíamos quedado. Cuando estábamos llegando, cinco minutillos tarde, ya estaba el guía subiendo a buscarnos pero se nos pasa la vergüenza al ver que aun falta alguien aunque en este caso ya no se espera y nos vamos todos a los buses para subir.
Ha habido unos desprendimientos por las lluvias y eso hace que la pista serpenteante por la que se sube esté cortada así que en un punto nos deja el autobús, hacemos un tramo andando y volvemos a subirnos a otro para llegar arriba. Nos volvemos a reagrupar todos y entramos en grupo.
La visita empieza subiendo por un sendero en zigzag desde donde solo se ven unas cabañas de las que están reconstruidas incluso con su tejado de cana. Eso está muy bien y supongo que es premeditado porque así cuando llegas arriba y por primera vez te asomas a una de las terrazas es cuando ves toda la ciudad desde lo alto en todo su esplendor.
Vertiginoso, sobrecogedor, irreal, enorme y casi como si fuera una maqueta porque la luz de primera hora de la mañana y con el cielo despejado hacen que la vista sea la de la típica postal pero infinitamente potenciada por ser real y estar físicamente ante tus ojos.
Cuando vas acomodando tus ojos a ver tal maravilla te das cuenta de que ya hay por abajo algún turista que ha seguido al pie de la letra la guía Lonely Planet y han hecho cola para subir en el primer bus y realmente verlo sin nadie. Son pocos y te valen para fijar la verdadera escala de la ciudad porque en realidad se los ve como hormiguitas desde allí arriba.
En frente está el Huaya Picchu que es la montaña puntiaguda que se ve al fondo. Se puede subir aunque te cobran mas y hay que estar algo preparado porque es casi vertical. Las entradas hay que reservarlas con tiempo porque solo dejan subir a 400 personas cada día y nosotros no lo habíamos pensado. De todas formas tiene que ser tan duro subir como espectacular verlo todo desde esa posición.
El paisaje es bestial por ser todo un conjunto de montañas con laderas casi verticales, el río al fondo pero muy al fondo y en las cumbres mas altas alguna ligera nube que le da el toque místico final para hacer de este sitio una de las 7 maravillas del mundo moderno.
El guía nos lo va enseñando y explicando todo aunque no hay tanto que explicar. Por desgracia para mi, nos lo cuenta con demasiado énfasis sobre la cultura Inca que conquistó Perú en el siglo XI, poco antes de que llegaran los españoles. Nos enseña un templo en el que con orgullo y pasión nos dice que sus ventanas están orientadas al solsticio de verano y al de invierno y eso demuestra lo avanzada que era su cultura. Vale, pero es que eso ya lo conocían pueblos prehistóricos así que tampoco me impresiona tanto.
Se afana en contarnos que los que hicieron aquello no eran esclavos y ya cuando riza el rizo en la veneración a los Incas es cuando literalmente nos dice que el éxito de esa ciudad es que su alimentación estaba basada en vegetales por lo que sus deposiciones eran buenas, no olían y no dañaban su entorno.
¡¡¡Valeeeee!!!! Lo impresionante de Machu Picchu es lo ilógico de su emplazamiento y sobre todo su entorno. Si quieres te compro encantado el argumento de lo enigmático de su historia porque los Incas, tan avanzados ellos, no tenían escritura como tal, y sobre todo por el hecho de haber permanecido la ciudad oculta al mundo por varios siglos pero ya que me vengas con que su mierda no olía…. Me parece ya pasarse un poco.
Hay que tener en cuenta que esta ciudad se hizo prácticamente a la vez que la Alhambra de Granada que es mil veces mas sofisticada por no hablar de civilizaciones como la romana, la egipcia o sobre todo la griega que son muy anteriores y le dan un repaso tecnológico y sobre todo cultural a esto.
Y lo de que su mierda no olía… a mi no me convence pero bueno, será que él se ha dedicado a olerles los pedos a los vegetarianos porque si no, no me cuadra tampoco.
En fin que si, que soy así y que en vez de dejarme arrastrar por aquella historia maravillosa que me estaban contando me revelé contra ella.
También nos soltó algunas perlas contra Hiram Bingham el estadounidense que en 1911 redescubrió la ciudad y la dio a conocer al mundo. Lo tratan de expoliador y lo acusan directamente de haberse llevado todo el oro que había en la ciudad. Cuando en realidad viven todos ellos gracias a su descubrimiento.
A mi no me cuadra demasiado la historia aunque es cierto que se llevaron a la universidad de Yale muchas piezas encontradas allí para estudiarlas y que muchas han sido devueltas hace unos años pero eran vasijas y utensilios cotidianos, nada de oro.
Y es que nos dicen que la ciudad fue abandonada de forma repentina. Algunos historiadores dicen que por las guerras internas entre incas pero nuestro guía prefiere la versión mas heroica de que fue por la entrada de los españoles y su interés por que nunca fuera descubierta.
¿Entonces los Incas se fueron de allí dejando todo ese supuesto oro atrás? A mi eso tampoco me cuadra.
Algunos templos de la ciudad nos cuenta que estaban sin terminar de construirse pero aun así nos dice que en sus hornacinas había figuras de oro.
¿En la obra? ¿No tenían hecho el tejado y aun así estaba lleno de oro? Y entonces debía existir un ejército de Incas con plumeros para cada tarde cuando se piraban los currelas pasarle el polvo a las figuritas ¿no?
En estos casos me pasa como cuando vas a ver una película y descubres un fallo en el argumento que ya por muy bien hecha que esté o por muy buena que esté la actriz protagonista no hay forma de que se te olvide el fallo en la trama que le quitan toda la magia.
Por suerte para mi, el Machu Picchu es mucho mas que todas esas fábulas y leyendas. Es desde luego un sitio de culto a los elementos, al sol, a la tierra, al agua y al aire de una civilización avanzada porque los respetaba, cuidaba y veneraba. Supieron elegir un sitio para su Ciudad Sagrada capaz de hacer que millones de personas hoy día lo visiten y por qué no decirlo porque supieron mantenerlo escondido por tantos siglos. Es un sitio que te trasmite cosas buenas aun siendo una ciudad muerta. Eso es lo importante para mi.
El Machu Picchu era uno de los puntos principales a visitar en mi viaje y a pesar de esas interpretaciones “baratas” de los guías actuales no ha defraudado en absoluto.
Precioso el entorno de Cuzco.
Como hecho curioso, al llegar de vuelta al hostel de Cuzco veo que Nick, aquel estadounidense que me encontré en Ushuaia y que llevaba 3 años de vuelta al mundo justo acaba de colgar una foto en Machu Picchu y no nos hemos visto de milagro. Otra coincidencia de estas de los viajes es que por la mañana me he encontrado desayunando en el hostel a las dos simpáticas alemanas con las que hablé en Tupiza, al Sur de Bolivia y para seguir rizando el rizo mañana viene a Cuzco Sebastián, el motero Colombiano que conocí cerca de Mendoza. El mundo es un pañuelo y la gente buena tiene un imán especial para atraerse.
Al día siguiente teníamos pensada una rutilla con nuestro chofer y guía Ángel pero mi hermano me dice que han vuelto a mirar los billetes y tienen el vuelo a Lima justo para un día antes de lo pensado inicialmente. Estas cosas con mi hermano son “marca de la casa” y por lo menos esta vez se han dado cuenta a tiempo y no han perdido el avión.
Tengo suerte de que tampoco se olvidó de traerme dinero para poder continuar mi viaje porque me he quedado tieso con los contratiempos.
Por fin termina de subir el vídeo de Bolivia que he estado intentando colgar en Youtube durante los últimos cuatro días y por la tarde me pongo a ver si os ha gustado.
Podría ir de artista sobrado y decir que me da lo mismo lo que piense mi público pero no es el caso y de vez en cuando necesito esa dosis inyectada de autoestima al ver vuestros comentarios para tener fuerzas para seguir haciendo estas crónicas y editando estos vídeos que al final del viaje serán mi mejor recuerdo para volver a revivir este viaje dentro de unos años.
Así estaba yo enfrascado en mi ordenador cuando pasaron por el patio mis amigas alemanas que me invitaron a ir a tomar unas cervezas. No lo dudé un segundo, claro. Habían quedado con unos australianos así que nos fuimos todos a tomar algo al centro.
Como los australianos no hablaban casi nada de español la conversación tenía que ser forzosamente en inglés pero a uno de ellos no había forma de entenderlo y era su amigo el que con un inglés mas académico nos lo traducía.
Ya os conté en su momento que estas chicas llevaban siete meses de viaje por el continente lo cual no deja de sorprenderme y admirarme pero mi sorpresa mayor vino al descubrir que tenían solo 19 años. ¡Con dos cojones!
Me preguntaban sobre San Fermín y yo no pude hacer otra cosa que recomendárselo totalmente para este verano. Eso si, les dije que yo no iría con ellas porque yo me lo pasé muy bien en su momento por allí y no sería capaz ahora de igualar aquello así que para mi había terminado. El San Fermín salvaje no puede seguir a partir de los 25.
Les hacía mucha gracia que yo fuera de Santander porque me decían que su libro para aprender Español estaba basado en esta ciudad. Yo recuerdo que mis libros de inglés siempre era sobre Bristol.
Así que quedamos en que si querían venirse este verano a San Fermín y conocer Santander y Bilbao les ofrecía mi casa como base de operaciones.
Esa noche por fin probé la famosa cerveza Cusqueña, la mas famosa de Perú y que por haber estado algo fastidiado no había podido probar aun.
Por la mañana y sin resaca recibo por fin la noticia de que mi paquete ha sido liberado de la aduana de Lima y que es posible que lo tenga en mis manos al día siguiente. ¡Por fin! ¡Vuelvo a ser libre!
Por la tarde debe llegar Sebastián el colombiano a Cuzco así que supongo que cenaré con el, y las alemanas si se apuntan, y le haré un pequeño recorrido turístico.
¡Ains! Si al final me va a dar pena irme de aquí. Preciosa ciudad, mágico santuario el de Machu Picchu, reencuentro con mi hermano y gente maja por todos lados.
¡Ya os contaré mas cosas!
Ja, luego de tanto silencio, dos días seguidos de excelentes crónicas, muy bueno Martín.
Disfruto mucho de tus espontáneos comentarios y me traen lindos recuerdos de mi viaje con mi hija al Perú.
Muchas coincidencias con tus puntos de vista de lo que estás viendo y como lo describes.
Pues claro que nos veremos en Buenos Aires, avisa con tiempo. Fuerte abrazo.-
Jajajjaa.
dales unos buenos consejos a mis compratriotas acerca de Sanfermin, explícales que no corran el encierro con mochila y sobre todo que sí la copa huele a colonia no debe darles lo mismo, esto último también lo puede explicar tu hermano…
Un abrazo
Joscha hay cosa que cada uno debe aprender por si mismo, no les vamos a quitar el gusto de darse cuenta de que la han liado parda. Son jóvenes y podrán superarlo. jajajaja
Tienes razón Martin, aunque Fredo aun no lo ha superado…
muy bueno tus relatos, me atrapan y me hacen mucha gracia
Muchas gracias! Me alegro que así sea aunque no es mas que mi forma, acertada o no, de ver las cosas.
Me excitan tus crónicas tan puntillistas. Esas, con unas acuarelas de emergencia, darían para un bestseller.
Guzmán brother, como siempre de imprevisible. Es el ideal compañero de viaje para no aburrirte con sus sobresaltos.
Ya me has metido el gusanillo de MachuPichu. Tendré que ir, pero pronto, que el partido lo tengo ya en hoyo 16.
Sigue con salud y suerte
Pues dale! En cuanto yo vuelva te hago la guardia.
Pobre Garcilaso ,que nunca pisó el Perú .¡el guía te estaba provocando constantemente! ………no entendió tu sentido del humor ……. Aunque por aquí tambien se suele tergiversar la historia a conveniencia……..es un defecto general por lo visto…….jajajaj..
Interesante y divertida, la cronica del motero… a pie! Los choques culturales…sabrosos (especialmente en aduanas)! Sabes lo que decia nuestro tio Manolo (el que se fue a vivir a America) cuando algun sudamericano le reprochaba las atrocidades de sus antepasados por aquellas tierras? Les respondia, seran vuestros antepasados, porque los mios… se quedaron en Espana! Machu Pichu es espectacular….pero a mi tampoco me impresiona demasiado una civilizacion que hacia sacrificios de ninos a sus dioses….aunque nuestra civilizacion nada tiene que envidiarles en ese tema…
gran cronica martin! ahora mismo me pillas por Colombia y descanso del curro leyendo tus crónicas,
cada dia me apetece mas hacer un viaje como el tuyo, pero tendre que vender mi smt y pillarme una adventure.. 😉
gracias por compartir tus experiencias compañero!
Ten cuidao al salir de Peru, a ver si el aduanero va a ser primo-hermano de un jefe Inca, y te lee la cartilla. Saludos y suerte!
Ufff! 20 Soles y arreglado.