Tocaba hacer una escapada fugaz a Barcelona para asistir a la presentación el Dakar 2017 ¿O esa era la excusa?
Fue una cosa improvisada y sin tiempo para decidir así que dos días antes vi que había vuelos baratos y que mi amiga Raquel tenía sitio en casa. No hacía falta nada mas. En el punto de mira final estaba el ofrecimiento de un equipo de asistencia de motos de irme con ellos a currar al Dakar del año que viene. Nunca quise terminar de creerlo pero… tenían invitaciones para el acto y tampoco se perdía nada.
El lunes por la noche salía mi vuelo desde Bilbao aunque con cierto retraso. Esto complicaba mis planes de llegar al centro de Barcelona en autobús ya que el último era a las 00:30. Ya había rechazado el ofrecimiento de un amigo de venir a buscarme pero es que no me parecían horas decentes para hacer a nadie salir de casa un lunes.
Por suerte llegué al último bus por los pelos y en solo diez minutos estaba en la Plaza de España. Desde allí son otros cinco minutos a casa de Raquel andando rápido.
El martes amanecimos tarde y sin prisas a pesar de todas las cosas que había que hacer. Habíamos quedado para desayunar con Noemí y Alberto que en unos días emprenden su vuelta al mundo en moto por etapas grabando un documental sobre la sexualidad en el mundo. Elegimos para ello el restaurante Maragata del que es copropietaria Rocío, la chica que me acogió en su casa a mi paso por Buenos Aires. Hacía casi dos años que no la veía y me hizo mucha ilusión recordar muchos momentos.
También apareció por allí mi amigo moto-trailero-viajero Vander que me acompañó muy amablemente al lugar de la comida con los Dakarianos del Club Aventura Touareg. Allí nos juntamos un grupo un tanto heterogéneo de gente con el único denominador común de la afición a participar en rallys en moto.
Allí nos juntamos viejos amigos que había conocido en viajes a Marruecos y otros que solo conocía por redes sociales. Siempre es agradable compartir buena comida en un ambiente tan motero.
Desde allí fuimos a Montjuic al lujoso Hotel Miramar donde el Club presentaba su nueva preparación de moto de cara a rallys para aficionados. El kit nos pareció a todos una pasada y es que han resuelto e una manera eficaz y fiable las necesidades de este tipo de carreras.
Después nos tomamos algo en la cafetería del hotel rodeados de las estrellas del Dakar pero a unos precios prohibitivos. Una cerveza por 6€ no es muy de nuestro estilo Dakariano y es que debemos ser las personas peor vestidas que han pasado por esa cafetería en cierto tiempo. ¡Es lo que hay!
Allí había quedado con Olga Ferro, otra amiga de Facebook muy aficionada al Dakar y a las motos de campo a la que invité al evento para aprovechar y conocernos por fin en persona.
Sigo sin verle la gracia a lo de poner como texto principal de todo lo del Dakar la tontería de «The Odyssey» como si no fuera suficiente con poner «Dakar»
En el evento pudimos ver imágenes tanto históricas como del pasado Dakar y metieron también «pa rellenar» a representantes tanto de la empresa que gestiona los derechos de televisión como de las dos cadenas que lo emiten en España.
Pudimos ver de nuevo a un Marc Coma ilusionado con su nueva faceta pero no vamos a negar que un tanto falto de rodaje en estas lides. No pasa nada, a Coma se le perdona todo, incluso que mezcle expresiones en una especie de dialecto raro entre el castellano, el francés y el catalán. Ha sido el puto amo y puede hablar como le de la gana. jejejeje.
También salieron al estrado Laia, Roma y Barreda que tampoco son ninguno de ellos la alegría de la huerta ni los mejores oradores. Ademas el presentador no está nada acertado con las preguntas y es que lo de el noveno puesto a superar de Laia ya cansa.
Lo mejor del evento fue la aparición estelar vía vídeo desde el Rally Hellas de Grecia de Gerard Farrés, el mejor español en motos este año. Farreti no defrauda y por algo es tan querido por todos en el mundillo.
Al finalizar el acto nos entregan una bolsa llena de merchandising del Dakar que todos los fieles agradecemos tanto y se sirve una merienda de la que no pude pillar ni un solo canapé porque tenía otros planes.
Vander me bajó desde allí, con una lluvia torrencial a casa de Rocío, donde apareció Raquel cuando salió de currar. También se vino Olga para cenar con nosotros haciendo un esfuerzo bien grande.
Fue un momento curioso juntando a personas a las que quiero y aprecio pero que entre ellas no tenían a priori mucho que ver pero… la buena gente siempre se entiende.
Nos fuimos despidiendo mientras caminábamos para casa de Raquel donde al final se nos alargó la noche y es que ¡Era su cumpleaños! Al final no pude dormir mas de 4 horas porque a as 7:30 había quedado con Pau a desayunar. ¡¡¡Aquí se duerme menos que en el Dakar!!!
Tras un agradable desayuno contando batallas de motoviajeros me tocaba ir corriendo al aeropuerto para volver a Santoña a trabajar aunque pasando por la radio par hacer el programa de cada semana.
Al llegar a casa me encuentro con sorpresa que tengo dos cajas esperándome. Se trata de un flamante traje Klim cedido por mis amigos de Twin Trail para mis próximas aventuras.
¡¡¡Qué pasada de traje!!! Lo mejor que he tenido nunca con la cordura en la capa exterior para no tener que llevar chubasquero por fuera y con una pinta increíble. Da gusto recibir estas cosas y mucho mas teniendo en cuenta que yo ni siquiera lo había pedido.
¡Un millón de gracias!
Al final una muy buena experiencia estar en ese acto. Un placer conocer y volver a ver a tanta gente y por desgracia la idea de estar en el Dakar 2017 al final no parece factible. Lo que me ofrecen no me gusta así que si voy al Dakar será para hacer algo que realmente merezca la pena, aunque me cueste dinero pero no voy a ir de gratis a hacer el tarambana por ahí. Otra vez será.
¿Quereis ver el vídeo?
Huyyyyy, que pena Martín, me había ilusionado de tenerte de vuelta por Argentina y la posibilidad de volver a encontrarnos.
Ya se dará … y por ahí si se alinean los planetas voy yo para allá, jajajaja estamos pensando con la patrona cruzar el charco en algún momento no tan lejano, ojalá se nos dé.
Fuerte abrazo, Juan.-
Juan nunca se sabe lo que deparará el futuro. Alguna vez seguro que vuelvo al Dakar pero en otras condiciones a lo que me han ofrecido ahora. Ojalá podáis pasaros por aquí. Estaremos encantados de recibiros en casa el tiempo que queráis.
Tus comentarios siempre picantes y certeros, un placer leerte. Abrazo.